La palabra chakra es sánscrita
y significa “rueda”. En Oriente, donde los chakras se conocen desde la
antigüedad, les dan nombres exóticos. Encontramos una vasta literatura al
respecto de teorías orientales que son, en verdad, la base del trabajo de
investigadores occidentales y de terapeutas.Como el Reiki trabaja, principalmente, sobre el cuerpo energético, es muy importante conocer esos trabajos. En
Occidente los chakras son visualizados como remolinos de energía, pequeños
conos (embudos) de energía giratoria, que funcionan como vehículos de energía o
zonas de conexión de energía, y que unen el cuerpo físico al energético,
funcionando como una especie de aparato de captación y expulsión, cuyos
vórtices giratorios permanecen en constante movimiento y tienen, en el ser
humano normal, un diámetro de 5 a 10 centímetros.
Los chakras son responsables
de innumerables acciones complejas en el cuerpo humano. A través de los chakras
perdemos energía cuando estamos ante un sufrimiento físico y emocional, pues
cada chakra es un punto colector de una determinada zona de conflicto y desarrollo.Cada chakra tiene su función y significado, y está ligado a determinados órganos que desempeñan funciones específicas en el plano emocional, psíquico y espiritual.
Los chakras con los que trabaja
el Reiki son los siete principales, y están localizados desde la base de la
columna a la parte superior de la cabeza. El funcionamiento perfecto de los chakras es
sinónimo de salud perfecta, pero la apertura de todos a todos los niveles es
sinónimo de evolución; es lo que los Maestros denominan la iluminación.
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