Cuento Zen. Quinto principio de Reiki




  Sólo por hoy soy amable con todos los seres.

Unos nobles invitaron a un respetable sabio a un banquete. Éste llegó vestido con ropas de mendigo. El anfitrión, sin reconocerlo, lo apartó diciéndole:
“No podemos tenerle en el umbral. Esperamos en cualquier momento la llegada de un famoso sabio”.
El sabio volvió a su casa, cambió sus ropas por el manto ceremonial y se presentó nuevamente. Fue recibido entonces, con gran respeto y ubicado en el lugar principal del banquete. Alli, dejando acomodado su manto sobre el asiento dijo al anfitrión.” Supongo que has invitado al manto, ya que a mí me echaste hace un momento”. Y se marchó




Lejos de todo concepto y juicio mental, se encuentra la esencia del ser humano. Todos en esencia somos iguales, independientemente de nuestro aspecto físico. Cuando el hombre alcanza su máximo grado de realización obtiene un estado de serenidad, transcendiendo todo concepto, ego y toda identidad personal. El trato que tenemos hacia los demás probablemente sea el trato que tenemos con nosotros mismos. El quinto principio de Usui nos invita a ser amable con todos los seres sin excepción. Sabemos que una palabra amable puede curar, mil palabras y acciones desagradables.

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